Cuando el sol se apaga y las luces brillan en la marquesina
El movimiento queer fue en los 80 el empuje preciso para la liberación, no sólo sexual, sino de la mente, la puerta a la expresión de los ideales y de la búsqueda de un lugar mas allá de lo underground, ahora que toda expresión de cultura se busca lugar, no se quiere quedar atrás.
Un ejemplo de ello es el Antro bar El nueve, que después de ser un restaurant donde toda persona de clase alta debia visitar, y ya siendo desde entonces un lugar lleno de misticismo, llegó a ser un lugar para todos los que lo necesitaban y el que diera paso a tantos que el día de hoy existen y para todo tipo de música
Entre travestis, gays, alcohol, drogas y rock, el bar contribuyó a la democratización de la cultura y las costumbres del país, lo hizo más plural, más tolerante, apunta en el prólogo.
“El Nueve fue el primer bar gay puesto en forma en la ciudad de México; un lugar en el que no era vergonzoso estar y en el que se gestó un movimiento cultural. En sus últimos años podías disfrutar deperformances, conciertos, exposiciones... todo un hervidero de ideas”.
-Guillermo Osorno
"Recuerdo perfectamente la primera vez que fui al disco bar Nueve, allá en la calle de Londres, en la Zona Rosa. Llegamos demasiado temprano, apenas abrieron las puertas subimos las escaleras a un lugar completamente vacío, que olía a pinol, o a uno de esos productos de limpieza. Acababan de trapear los pisos y los barmansse alistaban para atendernos detrás de la barra. Vimos a los músicos de Maldita Vecindad que estaban terminando de hacer su prueba de sonido, pues eran el grupo que se presentaba esa noche. Era un jueves.
Iba con Quique, mi hermano, y Betito Silva, quien fue el primer tecladista de Café Tacvba. Seguramente iba más gente con nosotros, pero no recuerdo bien quiénes. No sé por qué llegamos tan temprano, seguramente por inexpertos, por ingenuos: sentíamos que debíamos estar antes que los demás para no perdernos nada. Era la época en que todo sucedía antes de las 12 de la noche en la ciudad, al menos para nosotros. Vimos cómo el antro se iba llenando. Aunque El Nueve era un lugar gay, los jueves no lo parecía tanto. Ya había estado yo en otros lugares gays gracias a que mis hermanas mayores me llevaron; decían que la música era mucho mejor en esta clase de bares y discotecas. Tenían razón. Alrededor de la medianoche los Malditos subieron al escenario a tocar, vestidos como una mezcla de los Specials,Tin Tán y El jaibo, de Los olvidados. Aún no tenían disco y sonaban muy primitivos. Me encantaron."
-Joselo(2014, Crocknicas marcianas)
UNA NOCHE EN EL 9
LOS LUGARES DE LA LIBERACIÓN EN LOS 80
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