Después de poner un poco las cosas en orden con el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) la economía comenzaba a despegar en tres aspectos: la contención de la inflación, el crecimiento de la producción y la renegociación de la deuda externa. Con el PECE, la inflación redujo considerablemente sus índices de crecimiento. Así, mientras que en 1987 la inflación fue de 167%, para 1988 bajó al 80%, en 1989 disminuyó a 60%, 1990 a 40%, 1991 a 20% y 1992 a 14%, en 1993 y 1994 fue de un dígito (8% y 7.1%). De forma paralela, se registró un aumento en la actividad económica y se concretó en los índices del PIB de la siguiente forma: 1988=1.4%, 1989=2.9%, 1990=3.9%, 1991=3.5%, 1992=2.6%, 1993=0.4%, 1994=2.4% (Antonio, 1988).
Ante el sombrío panorama de la década de
los ochenta, la renegociación de la deuda constituyó un éxito rotundo para el
gobierno de Salinas. Para su antecesor, el problema de la deuda fue uno de los
principales factores de inestabilidad económica, pues su renegociación fue un
dilema de difícil solución. Esto fue así, porque, mientras en la década de los
sesenta y los setenta el endeudamiento externo permitió el crecimiento del
país, en los ochenta, dejamos de crecer con tal de pagar la deuda. Carlos
Salinas logró renegociar la deuda externa, bajo los auspicios del Plan Brady
sustentada en los siguientes términos: el 47% de la base elegible se
reestructuró a una tasa anual fi ja del 6.25%, el 41% de la base implicó una
cancelación del 35% del capital; y el 12% significó dinero fresco.
El entorno esclareció el apremio del
gobierno de Salinas por concretar el Tratado de Libre Comercio (TLC) en 1993,
donde México, aprovechando su ubicación geográfica y su numerosa, disciplinada
y barata fuerza de trabajo, estuvo en condiciones de convertirse en un país
exportador (Antonio, 1988).
En 1994, entra en
vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), creando una de
las zonas de libre comercio más grandes del mundo y estableciendo la base para
un crecimiento económico fuerte y mayor prosperidad para Canadá, Estados Unidos
y México. Durante 15 años, el TLCAN ha demostrado cómo el libre comercio
contribuye al incremento de la riqueza y la competitividad brindando verdaderos
beneficios a las familias, agricultores, trabajadores, fabricantes y
consumidores.
El
Secretario de Comercio y Fomento Industrial de México, Jaime Serra; el Ministro
de Industria, Ciencia y Tecnología y Comercio Internacional de Canadá, Michael
Wilson; y la Representante Comercial de EEUU, Carla Hills, fueron los
encargados de realizar las negociaciones del TLCAN.
En
este acuerdo los tres países confirman su compromiso de promover el empleo y el
crecimiento económico, mediante la expansión del comercio y de las
oportunidades de inversión en la zona de libre comercio. También ratifican su
convicción de que el TLCAN aumentara la competitividad internacional de las
empresas mexicanas, canadienses y estadounidenses. Se reitera el compromiso de
los tres países del TLC de promover el desarrollo sostenible, proteger, ampliar
y hacer efectivos los derechos laborales, así como mejorar las condiciones de
trabajo en los tres países.
Los principales
objetivos del TLCAN son:
- Eliminar barreras al comercio.
- Promover condiciones para una competencia justa.
- Incrementar las oportunidades de inversión.
- Proporcionar protección adecuada a los derechos de propiedad intelectual.
- Establecer procedimientos efectivos para la aplicación del Tratado y la solución de controversias
- Fomentar la cooperación trilateral, regional y multilateral.
En el gobierno de Carlos Salinas, se
consolidó la reforma del Estado con la venta de grandes empresas paraestatales,
el saneamiento de las finanzas públicas (al pasar del déficit al superávit fiscal),
el control de la inflación, así como las modificaciones constitucionales de los
artículos 3, 27 y 130. Las reformas constitucionales dejaron de lado las
principales fuentes de la legitimidad estatal nutridas en el nacionalismo
revolucionario. Para subsanar y apuntalar al nuevo proyecto, Salinas presentó
en marzo de 1992 en la Asamblea Extraordinaria del PRI al “Liberalismo Social”
como cobijo y sustento ideológico de la reforma del Estado.
Es claro que el gobierno de Salinas, ya con una economía
mejor asentada y ordenada, pudo implementar de manera más acertada el modelo
Neoliberal que tanto prometía estabilizar al país, y que tal como las cifras lo
indican, así lo hizo. Es cierto que su gobierno estuvo opacado por grandes
acontecimientos como el levantamiento del EZLN en Chiapas, el asesinato de Luis
Donaldo Colosio candidato del PRI a la presidencia de la República y la
ejecución de Francisco Ruiz Massieu Coordinador de los diputados del PRI, y
aunque estos sucesos terminaron con la tan buena popularidad que el presidente
se había ganado por la visión de modernidad ye estabilidad que le había
brindado al país, no se puede negar que la correcta implementación del modelo
Neoliberal a su cargo trajo muchos beneficios para la economía mexicana.
ARTICULOS RELACIONADOS:
No hay comentarios:
Publicar un comentario